El padre de Luke, Trey, le salva por poco y ambos se dirigen a la comisaría. Jai no puede convencer a Amy del peligro, nadie quiere creer lo que cuenta y los zombis empiezan a atacar a los invitados de la boda. Paula y la capitana Pike piden ayuda y consiguen que todos los supervivientes se reúnan en un viejo supermercado para resguardarse.