Tras encontrar los huesos de un muchacho, asesinado en 1978, en el arenero de un parque, Stabler, convaleciente por una herida de bala, investigará junto con Vizcarrando, una analista policial, la identidad del menor. Sus investigaciones se centran en un caso abierto de hace treinta años, relativo a la desaparición de cuatro menores de origen latinoamericano que tras haber estado jugando al beisbol no volvieron a sus casas.