Cuando el reverendo Alden (Dabbs Greer) pide donaciones para una campana para el edificio de la iglesia, la señora Oleson anuncia que ella y su marido donará una gran campana, junto con una placa con sus nombres en ella. Esto divide las opiniones en la localidad, con fuertes sentimientos de ambos lados, lo que hace sentir al Reverendo Alden que él es el culpable y por eso decide que debe irse. La situación es salvada por un calderero que no puede hablar, ‘Tinker’ Jones (Chuck McCann), quien pide ayuda a los niños de la localidad para hacer su propia campana.