Marge siente que sus hijos ya no le valoran como madre, por lo que acaba «adoptando» a Nelson, al que ve, como siempre, sufriendo una penosa estabilidad familiar. Bart se siente amenazado por tener al enemigo en casa e intenta encontrar un remedio a la situación. Mientras tanto, Lisa desarrolla un desorden alimenticio a raíz de las burlas de sus compañeras de clase hacia su «culo gordo».