Homer se despierta una mañana en el jardín cubierto de nieve. Sin poder recordar lo que sucedió la noche anterior y con una tremenda resaca, Homer entra en casa y descubre que toda su familia ha desaparecido. Completamente confuso, Homer va al bar de Moe, donde Moe revela que, la noche anterior, Homer bebió un «Trago-Para-Olvidar», una bebida tan potente que borra de un plumazo la memoria de las últimas 24 horas. Cuando Wiggum informa a Homer de un disturbio doméstico que tuvo lugar en casa de los Simpson la noche anterior, Homer comienza a temer que podría haber hecho algo horrible. Intentando exprimir su nublada memoria para desentrañar el misterio, Homer pide ayuda al profesor Frink, quien le conecta a una máquina que le permite explorar sus recuerdos e interactuar con su familia en su memoria para unir las pistas que le lleven a recordar lo sucedido aquella noche.