Marge lleva a Lisa a un campamento de artes escénicas, donde los artísticos monitores y sus compañeros campistas apasionados por la música le inspiran para abrazar su faceta creativa. Cuando vuelve a Springfield, Lisa se cansa de su mundano y suburbano estilo de vida, por lo que coge el primer autobús hacia Sprooklyn con la esperanza de reconectar con su «hipster» interior.