Instantes antes de que Krillin intente quitarle la vida a Vegeta, Gokū le pide a este que se detenga. Gokū le dice a su amigo que le permita el capricho de dejar escapar al saiyajin ya que pretende entrenar más duro y enfrentarlo de nuevo algún día. Krillin hace caso a Gokū, dejando que Vegeta se escape en su nave. Kame Sen’nin, Bulma, Chichi, Gyūmaō y Karin, se dirigen en una nave a donde se encuentran los demás. Luego del reencuentro, deciden recuperar los cuerpos de sus amigos. Después de está triste situación y un poco más tranquilos, Krillin comenta a los demás un dato interesante que podría traerles una luz de esperanza. Krillin menciona que los saiyajines hicieron un comentario acerca del planeta originario de Piccolo y que probablemente, allí existan también las Dragon Balls. Por medio de telepatía, Gokū se comunica con Kaiō-Sama pidiéndole saber las coordenadas exactas del planeta Namek y si aún existen habitantes allí. Una vez confirmado positivamente esto y luego de idas y vueltas, Bulma planea utilizar el motor de la nave espacial de Nappa para construir una nueva y más grande para poder viajar hacia Namek. En esos instantes, las esperanzas volvieron para todos.