Tras su travesía por la jungla, Inés llega a Cuzco exhausta y desolada al descubrir que Juan ha muerto. Sin nada ni nadie que la ate al Nuevo Mundo, Inés concierta una audiencia con Francisco Pizarro, marqués del Perú, para pedirle un pasaje de vuelta a España. Pero su deseo de regresar tendrá que esperar hasta que pasen las celebraciones de Carnaval y haya barcos disponibles.