En el monte Natagumo se encuentra una de las Doce Lunas Demoníacas, los esbirros más fuertes de Muzan Kibutsuji. Tanjiro, después de abatir a la madre de las arañas, descubre que la presencia de este demonio especial puede ser la clave para devolver a su hermana Nezuko a la normalidad. Tanjiro prosigue su marcha al corazón del monte junto al malherido Inosuke. Mientras tanto Zenitsu, que avanza a su suerte, se encuentra con una araña con rostro humano.