El Sindicato del Crimen controla la ciudad. Su jefe es alguien cuya identidad se desconoce y a quien llaman «el Anciano». La corrupción se ha adueñado de las instituciones e incluso de las fuerzas del orden. Thomas McQuigg, un honrado capitán de policía, ha sido trasladado por sus superiores a una comisaría de barrio para mantenerlo al margen. Pero él no se rinde: con la ayuda de Johnson, un policía tan íntegro y valiente como él, emprende una implacable cruzada contra uno de los gánsteres más influyentes de la ciudad.